Estimados Señores,
Lamentamos informarles que por motivos ajenos a nuestra voluntad nos vimos obligados a posponer el taller práctico de sushi pautado para el sábado 26 de mayo hasta nuevo aviso.
Horóscopo Gastronómico Parte 2/4
CÄNCER: el cocinero
Su misión en esta vida es alimentar a otros. Disfrutan cocinando y sirviendo; están atentos de que todos coman. Estarán al tanto de las preferencias, alergias, limitaciones establecidas por la religión y oficio de cada uno de sus invitados.
Son maternales por naturaleza, tenderán a organizar reuniones familiares, durante las cuales contarán anécdotas, evocarán lo que comían de niños, exacerbarán las maravillas de los platillos criollos, mostrarán cientos de fotos y al final la velada tomará un tono nostálgico.
Son fanáticos de los postres de todo tipo: chocolates, helados, tartas, frutas caramelizadas. Estos gustos tan edulcorados los llevan en ocasiones a aumentar de peso y desmejorar su salud. Si fuera por ellos, sólo se comerían el postre.
También disfrutan de consumir vegetales, cereales, frutas. No son amigos de las carnes rojas, ni de los alimentos ricos en grasa, que además pueden hacer estragos en sus delicados estómagos.
Si por algún motivo a uno de sus invitados no le gusta la comida, es mejor que no se enteren porque lo toman como algo personal y se ponen sentimentales. Es preferible no comentarles nada, colocar disimuladamente lo que no le agradó en una servilleta y botarlo posteriormente.
LEO: el alma de las fiestas
Ostentosa, magnífica, lujosa, fastuosa, teatral: son los adjetivos para describir la mesa de un Leo.
Suelen comer de todo, siempre y cuando sea de calidad, bien elaborado y presentado en forma especial. Son fanáticos de la buena mesa, cuidarán los detalles como los manteles, la vajilla, los cubiertos, las copas, las velas —porque dan un toque dramático— , las flores, la música y el servicio.
No son dados a las restricciones, ni a lo simple. Tienen la cualidad de hacer del plato más sencillo, la preparación más espectacular, sin importar si es práctico o no para comer.
Posiblemente, su repertorio culinario no sea amplio, pero se destacan en lo poco que saben hacer; seguramente son los mejores en eso.
Estarán pendientes de todos los detalles, de los gustos de sus invitados, de sus preferencias; que se sientan cómodos y atendidos, siempre y cuando no les resten brillo a estos anfitriones, porque quien debe dominar la escena del evento son los leones.
Si un nativo de Leo es quien cocina o el anfitrión, no olvide los halagos y expresar algún comentario sobre la velada, preferiblemente agradable. Lo peor que puede pasarle a los leones es pasar desapercibidos.
VIRGO: el detallista
Nada en su mesa estará allí por azar. Suelen ser ordenados, trabajadores, pulcros; trasladan dichas características al mundo de los fogones.
Los Virgos tienen conciencia de todo lo que se llevan
a la boca. Son atentos al balance de los alimentos, a las calorías, a los nutrientes que ingieren y a los que los que les faltan por consumir.
Su cocina suele ser muy ordenada, hasta el punto de organizar todo por orden de tamaño y color. La despensa no escapa a este destino, todos los alimentos están etiquetados y seguramente los más próximos a vencerse están a la mano. Este espacio es la expresión de una de sus metas principales en la vida: la eficiencia.
En su nevera encontrará vegetales y frutas, alimentos orgánicos; cualquier cosa que invoque la naturaleza.
Ni sus cocinas ni sus comidas llamarán la atención. Cuando aprenden una receta tienen que entender cómo funciona; por mucho que la hayan repetido, nunca la harán “a ojo”.
Si un Virgo lo invita a comer, se esforzará en atenderlo; la comida estará hecha bajo los más estrictos controles de calidad y buen gusto. Usted disfrutará la velada más que su anfitrión, porque ellos se la pasarán nerviosos y atentos a que ningún detalle se les escape.
Su misión en esta vida es alimentar a otros. Disfrutan cocinando y sirviendo; están atentos de que todos coman. Estarán al tanto de las preferencias, alergias, limitaciones establecidas por la religión y oficio de cada uno de sus invitados.
Son maternales por naturaleza, tenderán a organizar reuniones familiares, durante las cuales contarán anécdotas, evocarán lo que comían de niños, exacerbarán las maravillas de los platillos criollos, mostrarán cientos de fotos y al final la velada tomará un tono nostálgico.
Son fanáticos de los postres de todo tipo: chocolates, helados, tartas, frutas caramelizadas. Estos gustos tan edulcorados los llevan en ocasiones a aumentar de peso y desmejorar su salud. Si fuera por ellos, sólo se comerían el postre.
También disfrutan de consumir vegetales, cereales, frutas. No son amigos de las carnes rojas, ni de los alimentos ricos en grasa, que además pueden hacer estragos en sus delicados estómagos.
Si por algún motivo a uno de sus invitados no le gusta la comida, es mejor que no se enteren porque lo toman como algo personal y se ponen sentimentales. Es preferible no comentarles nada, colocar disimuladamente lo que no le agradó en una servilleta y botarlo posteriormente.
LEO: el alma de las fiestas
Ostentosa, magnífica, lujosa, fastuosa, teatral: son los adjetivos para describir la mesa de un Leo.
Suelen comer de todo, siempre y cuando sea de calidad, bien elaborado y presentado en forma especial. Son fanáticos de la buena mesa, cuidarán los detalles como los manteles, la vajilla, los cubiertos, las copas, las velas —porque dan un toque dramático— , las flores, la música y el servicio.
No son dados a las restricciones, ni a lo simple. Tienen la cualidad de hacer del plato más sencillo, la preparación más espectacular, sin importar si es práctico o no para comer.
Posiblemente, su repertorio culinario no sea amplio, pero se destacan en lo poco que saben hacer; seguramente son los mejores en eso.
Estarán pendientes de todos los detalles, de los gustos de sus invitados, de sus preferencias; que se sientan cómodos y atendidos, siempre y cuando no les resten brillo a estos anfitriones, porque quien debe dominar la escena del evento son los leones.
Si un nativo de Leo es quien cocina o el anfitrión, no olvide los halagos y expresar algún comentario sobre la velada, preferiblemente agradable. Lo peor que puede pasarle a los leones es pasar desapercibidos.
VIRGO: el detallista
Nada en su mesa estará allí por azar. Suelen ser ordenados, trabajadores, pulcros; trasladan dichas características al mundo de los fogones.
Los Virgos tienen conciencia de todo lo que se llevan
a la boca. Son atentos al balance de los alimentos, a las calorías, a los nutrientes que ingieren y a los que los que les faltan por consumir.
Su cocina suele ser muy ordenada, hasta el punto de organizar todo por orden de tamaño y color. La despensa no escapa a este destino, todos los alimentos están etiquetados y seguramente los más próximos a vencerse están a la mano. Este espacio es la expresión de una de sus metas principales en la vida: la eficiencia.
En su nevera encontrará vegetales y frutas, alimentos orgánicos; cualquier cosa que invoque la naturaleza.
Ni sus cocinas ni sus comidas llamarán la atención. Cuando aprenden una receta tienen que entender cómo funciona; por mucho que la hayan repetido, nunca la harán “a ojo”.
Si un Virgo lo invita a comer, se esforzará en atenderlo; la comida estará hecha bajo los más estrictos controles de calidad y buen gusto. Usted disfrutará la velada más que su anfitrión, porque ellos se la pasarán nerviosos y atentos a que ningún detalle se les escape.
Receta del Mes.
ENSALADA 24 HORAS
Ingredientes:
Cebolla.
Pimentón rojo y verde.
Tallos de célery.
Lechuga romana.
Perejil o cilantro.
Mayonesa (capa gruesa).
Azúcar blanca (al gusto).
Tocineta (bien doradita y picadita).
Queso parmesano rallado.
Preparación:
Las cantidades de los vegetales deben ser iguales, ejemplo, si uso 3 tazas de cebolla, usaré 3 tazas de pimentón, etc...
Los tres primeros ingredientes se cortarán en julianas muy finas y la lechuga + cilantro o perejil irán en chifonada, la tocineta y el queso se pondrán en cantidad suficiente.
En un pyrex cuadrado o rectangular se van colocando por capas los ingredientes en el mismo orden mencionado arriba. Se repiten las capas cuantas veces sean necesarias hasta llenar el pyrex.
Luego éste se tapa con envoplast y se deja en la nevera por un mínimo de 24 horas para que se mezclen los sabores.
Es una ensalada riquísima, fresca y con mucho crunch....
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